Si te gusta la fotografía callejera, habrás visto que muchos fotógrafos que la practican publican sus fotos en un blanco y negro muy contrastado y, muchas veces, con grano. Este tipo de fotografía fue popularizado en la segunda mitad del siglo XX por una serie de fotógrafos japoneses los cuales publicaban su trabajo en la revista, también japonesa, PROVOKE, que con sólo tres números publicados y una tirada de menos de 1.000 ejemplares, lanzaba un mensaje tan contundente que hoy en día, 55 años después, sigue totalmente vigente.
Vamos a ver quienes crearon esta revista y, sobre todo, por qué lo hicieron y la razón por la que su influencia sigue viva en el mundo de la fotografía moderna tantos años después.
CONTEXTO SOCIOPOLÍTICO
Japón quedó completamente en ruinas después de la Segunda Guerra Mundial, con Hiroshima y Nagasaki arrasadas por las bombas. Estados Unidos la ocupó y, poco a poco, fue introduciendo su cultura en el país nipón.
Poco después, Japón se convirtió repentinamente en la tercera potencia económica del mundo pero a costa de la destrucción paulatina de las estructuras tradicionales del país. En pocas palabras, Japón estaba perdiendo su esencia y su alma.
Esto hizo que los jóvenes se sintieran huérfanos de sus tradiciones y salieran a la calle organizando numerosas protestas, lo que ocasionó el cierre de varias universidades.
La fotografía estaba presente en este interesante periodo de la historia japonesa y ya era una lenguaje de comunicación que sirvió, en este caso, para expresar el descontento de la sociedad japonesa, sobre todo entre los jóvenes como ya hemos comentado.
NACE PROVOKE
En 1968, los fotógrafos Yutaka Takanashi y Takuma Nakahira, el crítico y filósofo Koji Taki y el escritor Takahiko Okada unen fuerzas y crean la revista PROVOKE cuyo subtítulo rezaba en japonés Shisō no tame no chōhatsuteki cuya traducción vendría a ser Material provocativo para pensar.
En la revista aparecen fotografías que más que documentar, transmiten las vibraciones de la sociedad japonesa, así como sus calles, sus paisajes y, en definitiva, su cultura y cómo se va deteriorando esta, además de su desacuerdo con el rumbo que está tomando tanto política y la economía del país.
Para ello, acuñaron un estilo fotográfico cuyo lema era Are, Bure, Bokeh, lo que traducido viene a ser con grano, con movimiento y desenfocado, dando como resultado un tipo de fotografía “sucio” pero con muchísima fuerza y personalidad.
Por cierto, ahora ya sabéis de dónde viene la famosa palabra bokeh que se utiliza hoy en día. No es otra cosa que desenfoque así que cuando decimos que una óptica tiene un bokeh muy bonito lo que realmente estamos diciendo es que tiene un desenfoque muy bonito.
LOS INTEGRANTES DE PROVOKE
Vamos a ver algunos de los integrantes de la revista y su trabajo. Os aconsejo que los busquéis en internet y miréis con detenimiento su trabajo puesto que vale su peso en oro:
Toyoko Tokiwa
Se interesó por la fotografía y se inscribió en el Shirayuri Camera Club, una sociedad fotográfica amateur femenina. Su trabajo versa, principalmente, sobre las mujeres trabajadoras de Japón.
Ikkō Narahara
Este abogado de formación, sintió la atracción por el arte y la fotografía a mediados de los años cincuenta e investigó con ella sobre la construcción artificial, lo cual iba en contra totalmente del espíritu naturalista japonés.
Shōmei Tōmatsu
Era un fotógrafo freelance cuyo interés residía, principalmente, en las secuelas que la Segunda Guerra Mundial había dejado en su país.
Eikoh Hosoe
Graduado en el Tokyo College of Photography, este fotógrafo impresionista nos habla en su trabajo de la diferenciación del cuerpo humano y cómo mediante su expresión nos transmite sus anhelos.
Akira Satō
Fotógrafo de prensa en sus inicios, pronto derivó hacia el estudio de la psique humana con unas potentes imágenes casi irreales.
Kikuji Kawada
Empezó su carrera como fotógrafo editorial para después pasar a la agencia VIVO. Sus fotos pretenden ser una experiencia por sí mismas más que enseñarnos lo que pasa a su alrededor.
Hiroshi Hamaya
Su especialidad era el mundo rural japonés, el cual documentó exhaustivamente como fotógrafo freelance. En PROVOKE podemos ver que su obra versa sobre la relación de las personas con sus tradiciones y la imposición del mundo moderno.
Takashi Hamaguchi
Su relación con la fotografía empezó abriendo una tienda de material fotográfico para, posteriormente, pasar al mundo del fotoperiodismo. En su trabajo para PROVOKE nos pretende mostrar la turbulenta sociedad japonesa de la época y las protestas en contra de las bases americanas.
Nobuyoshi Araki
Uno de los fotógrafos japoneses más internacionales, su obra se basa historias de sexo y muerte, sobretodo, aunque también ha jugado con otras temáticas.
Yutaka Takanashi
Habiendo estudiado fotografía y diseño, rompe con la fotografía tradicional y nos enseña Tokio desde un punto de vista distante, aislado en el tiempo.
Takuma Nakahira
Gran admirador de Shōmei Tōmatsu, al cual conoció en la década de los sesenta, sus fotografías muestran una denuncia feroz a los medios de comunicación y al consumo.
Daidō Moriyama
Otro de los fotógrafos más conocidos del país nipón. Daidō es Tokio y Tokio es Daidō. Sus fotografías tienen mucho grano y “abusan” del negro. Color que, en Japón, se relaciona con la belleza. Su campo de acción es su ciudad y el erotismo también forma parte importante de su trabajo.
Tamiko Nishimura
Fotografa de una compañía teatral en sus inicios, posteriormente trabajó para varias revistas. Como nota curiosa, fue asistente de Daidō Moriyama. Su trabajo se basa en fotografiar escenas de películas o el lugar donde transcurren las canciones tradicionales japonesas.
Ishiuchi Miyako
Se crió en la ciudad costera de Yokosuka, donde la instalación de una base americana dejó una profunda marca en la sociedad y una profunda crisis de identidad.
Kōji Enokura
Este pintor, pronto descubrió que la cámara le permitía transmitir su idea de la relación entre el cuerpo humano y dónde habita. En su obra incluye también fotografía de interiores.
Si te interesa el “Street Photography”
Te recomendamos cámaras que sean pequeñas y discretas, como las que incluimos a continuación.
Leica M11:https://fotoruanopro.com/camaras-sin-espejo-evil/44391-leica-m-11-black-leica-20200-60-mp.html
La heredera directa de la Leica M de toda la vida. Pequeña, compacta y discreta.
SONY A7C:https://fotoruanopro.com/camaras-sin-espejo-evil/28170-sony-a7c-plata-28-60mm.html
Sony se sacó de la manda esta maravilla, junto con una serie de objetivos G ultra compactos para que puedas hacer tus fotos de manera muy discreta y a un precio imbatible.
SONY A6600:https://fotoruanopro.com/camaras-sin-espejo-evil/25120-sony-a6600.html
Los sensores APS/C rinden fantásticamente bien en este tipo de fotografía y además de ser más económicas, las cámaras suelen ser bastante más pequeñas que sus hermanas Full Frame.
FUJIFILM X-PRO3 DURATECH:https://fotoruanopro.com/camaras-sin-espejo-evil/25654-fujifilm-xpro3-duratech-silver.html
Fujifilm es ampliamente conocida por tener a su familia X-PRO muy enfocada a este tipo de fotografía.
FUJIFILM X-100 V:https://fotoruanopro.com/camaras-compactas/26345-fujifilm-x100v-plata-camara-compacta-premium-x-100v-silver.html
Fujifilm tiene esta compacta con una óptica equivalente a 35mm (la más usada en fotografía de calle) a un precio rompedor y, además, con un estilo retro súper bonito.
CANON EOS M6 MARK II:https://fotoruanopro.com/camaras-sin-espejo-evil/25105-canon-eos-m6-ii.html
Canon tiene en su catálogo esta potente ASP/C que hará las delicias de cualquier “street photographer”.
NIKON Z FC:https://fotoruanopro.com/camaras-sin-espejo-evil/34713-nikon-z-fc-body-voa090aek.html
Nikon tiene en su catálogo este modelo claramente inspirado en las cámaras clásicas de la época dorada de la fotografía de calle.
RICOH GR III STREET EDITION:https://fotoruanopro.com/camaras-compactas/27288-ricoh-gr-iii-street-edition-kit-edicion-limitada-camara-compacta.html
El nombre lo dice todo. Ricoh tiene esta pequeña maravilla en su catálogo que, además de ser muy pequeña y discreta, ofrece una gran calidad de imagen.