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Diane Arbus: la fotógrafa que retrató lo invisible

Introducción

“Me interesa lo que es raro, lo que es inusual, lo que parece no encajar.”

Así definía Diane Arbus su mirada, que convirtió a lo marginal y lo extraño en el centro de su obra. Diane no fotografiaba para embellecer ni para complacer: su cámara era un instrumento de exploración de la humanidad en sus formas más crudas, diversas y a veces incómodas.

Sus fotografías revelan la tensión entre lo normal y lo extraordinario, entre la intimidad y la exposición. Cada imagen es un encuentro con personas que desafían los cánones sociales, donde la empatía y la confrontación coexisten en el mismo marco.


Su vida

Diane Arbus nació en Nueva York en 1923 en una familia acomodada de comerciantes de fotografías. Comenzó trabajando como fotógrafa comercial junto a su esposo Allan Arbus, pero rápidamente buscó un lenguaje propio.

Su carrera se desarrolló principalmente en los años 60 y principios de los 70, hasta su muerte en 1971. Aunque su vida fue relativamente corta, dejó un legado profundo que ha transformado la fotografía contemporánea.

Estudió fotografía de manera informal y se formó rodeada de la escena artística neoyorquina, entrando en contacto con fotógrafos como Richard Avedon y Lisette Model, quienes influyeron en su interés por retratar la singularidad de cada individuo.


Su estilo fotográfico

El trabajo de Arbus se caracteriza por:

  • Retrato frontal y directo: sus sujetos miran fijamente a la cámara, estableciendo un vínculo inmediato con el espectador.
  • Personas al margen: protagonistas inusuales, desde artistas de circo, travestis, enanos, hasta niños con expresiones desconcertantes.
  • Blanco y negro: su uso del contraste y la textura refuerza la fuerza emocional de sus imágenes.
  • Entorno cotidiano: aunque los personajes son extraordinarios, Arbus los fotografía en escenarios cotidianos, lo que refuerza la sensación de extrañeza dentro de la normalidad.

Su estilo rompió con la fotografía idealizada de la época, introduciendo una mirada honesta, directa y a veces inquietante.


Proyectos más destacados

1. Untitled (Retratos de personas con características poco comunes)

Arbus es conocida por sus retratos directos de individuos que a menudo eran marginados o considerados “extraños” por la sociedad: enanos, gemelos, travestis o personas con discapacidades físicas. Estas imágenes, generalmente en blanco y negro, capturan la dignidad y vulnerabilidad de sus sujetos sin sensacionalismo. Este trabajo desafió la noción de normalidad y abrió el camino a una fotografía más honesta y humana.


2. Circus and Sideshow (Circos y Ferias)

Durante la década de 1960, Arbus fotografió performers de circo y espectáculos ambulantes. Su lente se detuvo en lo extraordinario y lo marginal, desde enanos hasta artistas con tatuajes y monstruos de feria. Las imágenes de este proyecto transmiten una mezcla de fascinación, empatía y extrañeza, mostrando a estos personajes no como curiosidades, sino como seres humanos complejos.


3. Identical Twins, Roselle, New Jersey (1967)

Uno de sus retratos más icónicos, que muestra a dos gemelas idénticas de pie juntas, mirando directamente a la cámara. Esta fotografía encapsula el interés de Arbus por lo inquietante en lo familiar, explorando la idea de identidad y dualidad. La imagen ha sido objeto de numerosos estudios sobre psicología y estética fotográfica y sigue siendo emblemática de su obra.


4. New York Street Portraits (Retratos en las calles de Nueva York)

Arbus recorría las calles de Nueva York en busca de personas que capturaran su atención por su apariencia inusual o singularidad. Este proyecto urbano combina la espontaneidad de la fotografía callejera con la sensibilidad del retrato formal, creando imágenes que son al mismo tiempo crudas y profundamente humanas.



Influencia en la fotografía moderna

Diane Arbus redefinió el retrato y abrió la puerta a la fotografía documental que no busca agradar, sino incomodar, conmover y cuestionar.

Su influencia se percibe en fotógrafos contemporáneos que exploran la identidad, la diferencia y los márgenes de la sociedad. También inspiró debates sobre ética, mirada y representación, cuestionando qué significa “normalidad” y quién decide los cánones de belleza o valor cultural.

Hoy, sus imágenes forman parte de colecciones de museos como el MoMA en Nueva York y el Jeu de Paume en París, y siguen siendo referencia para quienes buscan en la fotografía un espacio de cuestionamiento y exploración humana.


Conclusión

Diane Arbus convirtió la cámara en un instrumento de empatía y confrontación. Sus retratos nos enfrentan a lo que suele ser invisible, nos obligan a mirar y a reconsiderar nuestras ideas sobre lo que es “normal” y lo que es “otro”.

Cada imagen de Arbus es un recordatorio de que la fotografía puede ser un espejo de la humanidad en toda su complejidad, belleza y extrañeza.


Anexo: El equipo que utilizaba

El trabajo de Diane Arbus estaba marcado por la sencillez técnica y la cercanía con el sujeto:

  • Cámara Rolleiflex de formato medio, que le permitía disparar desde la cintura y establecer un contacto menos intimidante. A día de hoy, en formato medio destaca la Fujifilm GFX 100S II.
  • Blanco y negro en película de 120 mm, revelada por ella misma o en laboratorios cercanos. En la actualidad podría compararse con Ilford HP5 Plus 400.
  • Lentes estándar y gran angular moderado, evitando artificios y enfocándose en la composición y la mirada del sujeto.

Para Arbus, lo esencial no era la técnica, sino la capacidad de establecer una relación con sus modelos y capturar su esencia, su vulnerabilidad y singularidad.