Exposición: Todo dia ela faz tudo sempre igual

El fotógrafo Lucas Marín es un talentoso fotógrafo analógico que busca capturar la belleza de lo cotidiano. A continuación nos cuenta su proyecto y le entrevistamos para conocer más acerca de él.

Acostumbrado como había estado siempre a crear y expresarme artísticamente mediante la palabra, cuando hace tres años llegó a mí mi primera cámara (una Fuji X100T, regalo de un queridísimo amigo), se me abrió un mundo de posibilidades que despertó una fuerza creativa arrolladora dentro de mí que no sabía que existía. Un año después, probé a disparar mi primer carrete con una Werlisa antiquísima y me volví a enamorar perdidamente.

Desde entonces, no he parado de capturar lo que ocurre a mi alrededor. Hay algo en la belleza de lo cotidiano,lo costumbrista, de lo que me resulta imposible cansarme y que es una fuente de inspiración constante. Estas fotografías son una selección de algunos de esos momentos.

El título, "Todo dia ela faz tudo sempre igual" (la frase con la que Chico Buarque empieza la canción "Cotidiano"), es una referencia a mi propia cotidianeidad y un guiño a mi conexión con Brasil, donde viví tres años y conocí a Bruna, mi compañera.

ENTREVISTA:

¿Qué consejo le darías a alguien que recién comienza en la fotografía analógica y quiere capturar momentos especiales como tú?

Creo que la relación con la fotografía es tan personal que me costaría saber qué consejo darle. En todo caso, le diría que no se lo piense: que se busque una cámara barata (descartable, point & shoot, SLR... cualquiera sirve), que cargue su primer carrete y disfrute del proceso. Que se lance a experimentar y disparar sin pensar en agradar a nadie, y que no se deje desmotivar por los chascos, que pueden ser muchos.

¿Cómo decides si una foto debe ser en color o en blanco y negro? ¿Qué aporta cada elección a tus imágenes?

Por lo general, no lo decido yo, sino el carrete que tenga en la cámara en ese momento. Procuro ir alternando entre ambas opciones. Con blanco y negro el ojo se va solo hacia los claroscuros, los contrastes de luz. Permite contar historias de forma más cruda, sin ornamentos. Tiene una poesía que el color no tiene.

¿Cuáles son los desafíos más grandes que enfrentas al trabajar con fotografía analógica y cómo los superas?

En mi caso, fotografío con cámaras Minolta que tienen casi cincuenta años, así que seguramente sea el hecho de nunca saber cuándo puede fallar un circuito electrónico y morírseme la cámara en las manos. También está el precio de los carretes, que hace que a veces no dispare tanto como me gustaría.

¿Cómo abordas la postproducción en fotografía analógica? ¿Haces algún tipo de manipulación o prefieres mantener las imágenes tal como fueron capturadas?

Intento editar lo mínimo posible. Tal vez cropeo un poco, enderezo la línea del horizonte... Si tengo que retocarla mucho para hacerla presentable, es porque no es una buena foto. Para mí la fotografía es visceral, y las vísceras no entienden de maquillaje.

¿Hay algún fotógrafo/a o artista que haya influenciado tu estilo y enfoque en la fotografía?

Me inspiran mucho tanto la fotografía como la filosofía detrás de ella de Sergio Larraín. Captaba la realidad con una sensibilidad que me parece maravillosa. Otro nombre que me viene a la mente es el director Wong Kar-Wai. Hay cierta escena con espejos en "In the Mood for Love" que me hizo saltar del sofá de la emoción, literalmente.

¿Qué te lleva a preferir la fotografía analógica sobre la digital, y cómo crees que influye en tu proceso creativo?

La diferencia de ritmo, el no volver a casa con 400 fotos en la tarjeta de memoria. Es un ejercicio de paciencia y desapego. Raramente capturo la misma escena dos veces, solo si sé que algo ha salido mal en la primera. Me lleva a tratar cada clic con más mimo.

Cuando haces retratos, ¿cómo logras captar la actitud y la esencia de la persona que estás fotografiando?

Me interesa mucho el concepto de fotografía como puente entre las personas, explorar esa relación de tú a tú que se establece. Aun así, como fotógrafo soy tímido, no me suelo crecer detrás de la cámara. Normalmente solo hago retratos de personas cercanas, por lo que la confianza ya está ahí. Me cuestan las fotos posadas, prefiero pasar desapercibido. Si la persona no se entera de que le he hecho la foto, mejor.

¿Podrías compartir algún momento especial o una historia detrás de una de tus fotografías más memorables?

Como digo más arriba, soy un fotógrafo tímido. Aunque me chifla la fotografía de calle, todavía me cuesta plantarle a alguien la cámara en la cara y disparar, haya conversación previa o no.

Sin embargo, la foto del señor leyendo el periódico esconde un momento al que guardo cariño. Fui a Madrid a ver Amazônia, la exposición de Sebastião Salgado, y mientras caminaba por la calle, pensé: "Es la ocasión perfecta". La sensación de anonimato en una gran ciudad me hizo sentir suficientemente seguro para hacer fotos que en otra situación no habría hecho. Fue liberador.

¿Qué factores consideras al elegir una ubicación para tus paisajes, y cómo decides el momento perfecto para capturar la imagen?

No creo que elija nada de forma consciente. Nos cruzamos con decenas de buenas fotografías a diario. Si llevo la cámara encima, solo es prestar atención a mi entorno y entrar en la inercia.

¿Tienes algún ritual o rutina antes de una sesión de fotos para asegurarte de estar en el estado mental adecuado?

La verdad es que no. Los primeros clics suelen ser más fríos (sobre todo si llevo un tiempo sin coger la cámara), pero voy entrando en calor a medida que voy disparando.

¿Cómo sientes el proceso desde que te llevas un carrete a un viaje hasta que tienes las fotos en tus manos?

Es un proceso muy bonito, desde el momento en que elijo los carretes que me quiero llevar hasta que recibo los archivos digitalizados (todavía no revelo mis propias fotos, es mi asignatura pendiente). Además, me gusta ir personalmente a la tienda en lugar de recibirlas por email y volver a casa a toda prisa con el pendrive para verlas. Pocas cosas me hacen sentir tanta expectación, es como volver a ser un niño.